La Plaga del Ad Ignorantiam

Dos cosas que me molestan a la hora de un debate, o simplemente a la hora de hablar con cualquier persona, es que o se vayan por la forma de hablar de uno, o que usen el argumento de que no existe información sobre algo como una prueba de su punto.

Dentro del mundo de las palabras en latín, esto se le conoce como una falacia Ad Ignorantiam; en español, esto significa que se usa como argumento el hecho de que no hay hechos.

En lo personal, no me gusta hablar de 3 cosas: de religión, de política y de futbol. En México, evitar estos temas se podría considerar como «etiqueta para una sana convivencia», yo lo considero como «por favor amigos no se vayan»; pero, en este caso, utilizaré un ejemplo de una discusión de religión para probar mi punto.

Debo de confesar que en conversaciones de religión, termino repudiando a tanto a los que están a favor de un dios, como los que están en contra (es mi manera de lavarme las manos) dado a los argumentos que dan para probar sus respectivos puntos. Uno de esos argumentos puestos por la gente creyente, es que dios existe porque no puedes probar lo contrario; porque la ciencia no ha podido demostrar al 100% de que el no existe.

El argumento anterior no sólo es absurdo, sino que se puede usar para cualquier cosa: no puedes probar que los alienígenas existen, no puedes probar que no vive una serpiente en mi casa, y no puedes probar que la semana pasada ví un pingüino rosa volador; simplemente el que no hayan pruebas no siempre significa que un lado tiene la razón.

El problema no es que exista la falacia de Ad Ignorantiam, debido a que es un sueño el eliminar las falacias, el problema radica en que la gente la usa sin descontrol y todavía se jacta de «tener la razón».

La forma efectiva de proceder cuando te encuentras a una persona que abusa esta falacia es, simplemente, señalarles el hecho de que el «argumento» que están usando es completamente erróneo (preferentemente redirecciona a la persona a este post para que vea su error *wink*, *wink*).

Otra manera de lidiar con este tipo de personas es ignorarlas, pero, ¿Dónde está la diversión en eso?

Independientemente de cómo decidas taclear a la falacia, por lo menos no la uses tú; mejoren su léxico y su redacción niños.